jueves, 18 de junio de 2009

Métodos de la enseñanza de María davini.

Introducción:

En el presente trabajo se plantearan las diferentes etapas de la evaluación actual y nuevas estrategias de evaluación basandomo en el texto Metodos de la enseñanza de María Cristina Davini.

Desarrollo:

Al encontrarnos con el término “evaluación” se nos plantea una realidad de la que no podemos escapar, las evaluaciones son históricamente necesarias para lograr la promoción de los alumnos hacia otros cursos dentro de las instituciones educativas. No nos podemos olvidar que las evaluaciones son una herramienta antiquísima y fuertemente ligada a todo proceso de enseñanza aprendizaje. Todos los docentes evalúan no solo al momento de la instancia de evaluación, sino que evalúan constátenme todo tipo de accionar de los alumnos dentro del el aula.
No se debería perder de vista que la evaluación es la base para mejorar los procesos de educación. Dicho proceso es continuo y nos provee de una cantidad de información necesaria para poder mejorar las estrategias de enseñanza y aprendizaje. Dentro de las evaluaciones existen diversos tipos de evaluación, la diagnóstica, la formativa y la recapituladora.
La evaluación diagnóstica se relaciona con el inicio de las cursadas, pero no se debe encasillar solo en este caso, debido a que ésta evaluación se utiliza durante todo el proceso. La evaluación formativa se centra en la identificación de los inconvenientes y en la reorientación de las actividades para mejorar el proceso. La recapituladora apunta a valorar los logros de los alumnos al finalizar el proceso.
Dentro de la evaluación y del proceso educativo debemos tomar en cuenta la motivación, integración y propiciar la autoevaluación de los alumnos.
En cuanto a la autoevaluación es fundamental enseñarles y facilitarles herramientas para que los alumnos logren formar el hábito de autoevaluarse en todas las actividades académicas. Ésta terea es my necesaria en el nivel de enseñanza media y en los primeros años de la educación superior (en el caso de ser necesario). En la educación superior no debería ser necesario trabajar en este aspecto, pero sabemos que hoy en día nos encontramos con una disminución en el nivel en el que se egresa de las escuelas medias.
En mi caso al dictar clases en el nivel medio, procuro facilitarles las herramientas para que los alumnos automáticamente durante y luego de realizar las prácticas puedan autoevaluarse. La tarea no termina con la autoevaluación, sino que al momento de evacuar dudas lo puedan hacer utilizando bibliografía pertinente, consultando a los ayudantes o a los docentes.
Durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje vamos registrando el rendimiento de los alumnos, no solo con los métodos tradicionales de evaluaciones escritas, sino intentando incorporar nuevas opciones. Dentro de las nuevas opciones nos encontramos con variantes de viejas opciones o con la incorporación de variantes de otras ramas de la educación, como es el caso de los portafolios o portfolios, los que antiguamente solo se utilizaban en las artes plásticas. Todos los métodos apuntan a llevar un registro del rendimiento de los alumnos en todos los aspectos del proceso.
Al finalizar el proceso nos encontramos con la necesidad de calificar lo cual no es tarea fácil por la complejidad de colocar en una escala el rendimiento humano, dicho rendimiento no será apreciado por todos los docentes de la misma forma. Por este motivo es necesario acordar entre docentes y alumnos un criterio claro y transparente para la valoración de los logros y esfuerzos realizados por los alumnos.

Conclusión:

Esta tarea no se puede dar por finalizada sino se produce una reflexión (departe del docente) sobre lo que se hace y se hizo sobre sus propios compromisos educativos. Dicha reflexión debe aportar información para poder reestructurar las estrategias y para lograr una adecuación acorde a cada grupo de alumnos.

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