energía eléctrica
Fuente: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20090630/vizcaya/medio-ambiente-avala-proyecto-20090630.html Boyas flotantesen movimiento convertirán la fuerza del mar en electricidad
Un barco traslada un convertidor de energía de las olas a mar abierto. / EL CORREO
La costa de Armintza contará en 2011 con una infraestructura que convertirá la fuerza de las olas en energía eléctrica. El Ministerio de Medio Ambiente acaba de avalar la iniciativa -publica su evaluación favorable en el BOE del pasado día 27-. Incluso, ha decidido no culminar el procedimiento completo de impacto ambiental al no observar aspectos «adversos significativos».
La planta se situará a una milla de distancia (1,6 kilómetros) de la costa y desarrollará su actividad en un zona reservada de 8 kilómetros cuadrados. Constará de unas boyas que se sumergirán a profundidades de entre 50 y 90 metros. Sobre ellas viajarán unos convertidores que transformarán en electricidad el movimiento del oleaje. Un sistema de cables llevará la corriente eléctrica a unos conectores y de aquí hasta una estación terrestre, que elevará la tensión e inyectará la electricidad a la red general.
El proyecto, denominado Bimep (Biscay Marine Energy Platform-Plataforma de Energía Marina de Vizcaya), ha sido impulsado por el Ente Vasco de la Energía (EVE). Requerirá una inversión de 15 millones de euros y producirá 20 megavatios. Es una cantidad pequeña: el consumo estimado diario de 20 personas. Pero es que, tanto las instalaciones de Armintza como la planta 'olamotriz', que se construye en la localidad guipuzcoana de Mutriku, son sólo los fundamentos de futuras infraestructuras que aprovechen el potencial energético de la fuerza de las olas.
El proyecto guipuzcoano ha sido rechazado por distintas asociaciones ecologistas. Aunque el objetivo final es idéntico al de Armintza, el mecanismo es distinto. Allí se han instalado en el puerto 16 grandes turbinas en piezas prefabricadas de hormigón armado.
Limitaciones
El impacto del proyecto vizcaíno es más moderado. En su informe de evaluación, Medio Ambiente indica que la estación de Armintza no afectará a los «hitos paisajísticos de especial importancia», como son el Faro de Matxitxako y San Juan de Gaztelugatxe. Tampoco observa «modificaciones apreciables en la dinámica del litoral».
El ministerio impone, no obstante, algunas restricciones. Establece un radio de seguridad de 500 metros en torno a la plataforma, donde no se podrá navegar. Para evitar la colisión con cetáceos, que frecuentan la zona, se limita a 80 metros la longitud de los barcos utilizados en el proyecto, y a 10 nudos su velocidad. Deberá restringirse también la navegación en la época de mayor sensibilidad de los mamíferos marinos presentes en la zona. Y el cable submarino empleado deberá estar alejado 100 metros del fondo rocoso de la Isla de las Lubinas, donde se concentran la vida submarina y la pesca artesanal.
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